Ahora mismo te miro y pienso: Asco.
La gente te aprecia y das asco.
A la gente le gustas y en realidad das asco.
Pareces fuerte y seguro y sólo das asco.
Se te ve sonreír felíz y cuando pienso en tí siento asco.
Crees saber lo que quieres y crees saber cómo conseguirlo y a mí solo me inspiras asco.
Cada vez que veo que me sonríes el asco nace en mí. Y lo sabes.
Y lo que más asco da de tí es saber que el tipejo asqueroso del espejo, soy yo.
No me mires así.
martes, abril 12, 2005
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2 comentarios:
Yo me he sentido así más de una vez...
Yo de hecho suelo sentirme así un día detrás de otro. Sin embargo usted a mi no me provoca ni el mas minimo indicio de asco, oiga.
Siempre nos quedará la opción de vivir sin espejos, cristales, cucharas y otras superficies reflectantes. O algo. Agh.
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