- Perdona, ¿me haces un cortado?
- ¿perdona?
- cortado.
- ¿dónde?
- Aquí, en la pierna. Justo por encima de la rodilla.
- Vaya por Dios.
- Sí. Un minuto. Vuelvo en seguida.
- Hola, aquí lo tienes.
- Buenas Dios.
- Buenas, encantado.
- ¿qué va a ser?
- A mí, un cortado.
- ¿Otra vez?
- ¡Me cago en Di.... en la mar salada!!! ¡En la misma pierna!
- A ver qué puedo hacer...Mmm, Ya está.
- ¡Coño! ¡un milagro!
- Dejémoslo en un favor.
- ¿Te invito a un café?
- Si insistes.
- ¿Te invito a un café?
- Hecho.
- Dos cafés con leche, por favor.
miércoles, abril 13, 2005
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