jueves, julio 13, 2006

Hacerse

Hace mucho tiempo que vengo persiguiendo el sueño de mantenerme niño. Casi bebé. Al igual que Óscar, el protagonista de "El tambor de hojalata". Ése era un sueño justo, una buena causa por la que luchar. "¡Nadie conseguirá arrebatarme mi imaginación y mi capacidad de gimotear cuando no tengo lo que quiero!" pensaba abrazando lloroso una almohada. No quiero vuestro mundo y nunca se pensó para gente como yo. Y es cierto. Yo no estoy hecho de la misma pasta con la que habéis moldeado todo esto. Nunca me sentiré a gusto y no lo reconoceré como mi mundo.

Ahora, y al igual que Óscar, a los treinta años, he visto algo.

Imaginaos. Todo está oscuro, viajas hacia adelante y el camino hace subida. Durante todo este tiempo has estado caminando sin apenas ver nada, cuesta arriba, quejándote. Y de pronto, hoy, llegas a un trecho llano. Te detienes. Sabes que enseguida volverá la cuesta, que sigues sin ver nada pero ahora puedes detenerte. Descansar, mirar hacia la oscuridad que has dejado atrás e intentar vislumbrar algo en la oscuridad que te espera.
Ahora sabes que el niño que querías seguir siendo no te abandonará nunca. Si no lo ha hecho ya, no se despegará de tí jamás. Ahora, ha llegado el momento de enseñarle lo que eres capaz de hacer por él.
Este es el momento de cogerle de la manita y decirle que ya no hace falta que tenga miedo. Ahora estás ya tú para defenderle de cualquier cosa. Ahora ya estás tú para cuidarle y subirlo a tus hombros el resto de camino que te queda.
Ya no estoy sólo. Ahora soy yo y él. Ya no tengo miedo a crecer. Ya no tengo miedo a perderle.

Ahora... Ya somos dos.

4 comentarios:

illa dijo...

Qué clarividencia de reflexión.
Y me pregunto, ¿será cierta?. ¿No hará falta despojarme de la niña que soy para ser más yo misma que nunca?¿Esa nueva yo misma seré realmente yo, ayudará a ser mejor persona, hace falta?
¿Tendré que esperar mucho para ver lo mismo que tú?

Anónimo dijo...

Ese primer párrafo, kancer... ese sentir el mundo un tanto ajeno, sentirse hecho de algo distinto... buf. Clavado, clavado.

Y si has encontrado la manera de seguir sin perder al niño, enhorawena. El niño es la magia que llevamos dentro, aunque haya gente que no crea en ella :-)

Mil besos.

Ea! dijo...

Si has llegado hasta ahí es que ya has crecido...almenos lo suficiente.

Anónimo dijo...

Eso es!
Hoy me has tocado la fibra.
Yo ayer te toque el brazo.