¿No habeis notado nunca la diferencia entre el funcionamiento de vuestro cerebro por la mañana temprano y al final del día? Yo lo noto muchísimo. Sobretodo en el trabajo. A veces, a última hora de la tarde, puedo estar enfrascado en un problema difícil y me puedo estar una hora dándole vueltas sin sacar nada en claro. Después, llego al día siguiente, me vuelvo a poner y en 5 jodidos minutos: Voilá! Problema resuelto! Es increíble la manera en la que vamos perdiendo lucidez a lo largo del día. A veces lo noto también cuando escribo. Hay cosas que cuando las leo por la mañana se me presentan de una manera diferente a como lo eran la tarde anterior cuando lo escribía. No es sólo que pueda ser mejor o peor. Es que ni siquiera la forma de pensar parece mía. O sea, que sería incapaz de escribir lo mismo por la mañana que por la tarde-noche.
A partir de aquí, se me ocurren miles de preguntas. ¿Y a la hora de tomar decisiones importantes? ¿Tengo que tomarlas siempre por la mañana? ¿Cambia tanto mi vida por el hecho de decidir las opciones en una hora determinda del día? ¿Y las discusiones de pareja? ¿Cuántas veces no me habría visto humillado y derrotado por la sagacidad femenina si hubieran ocurrido por las mañana?¿Cuantas veces triunfador si hubiera postergado la discusión a la mañana siguiente? Increíble...Se acaba de abrir ante mí un nuevo mundo de posibilidades y de situaciones a postergar....
No sé si tiene relación el hecho de que mi trabajo sea eminentemente intelectual o le pasa a todo el mundo. No lo voy preguntando por ahí, claro. - "Oiga ¿Es usted mucho más lucido ahora que a las 9 de la mañana?" No, no.
Um...
Seguiré pensando en ello. Mañana por la mañana, claro.
jueves, noviembre 11, 2004
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2 comentarios:
El año pasado en clase me decían que por la noche soy muy maja y por la mañana insoportable (y no solo por el alcohol).
Es como aquella frase de Escarlata O'Hara.."Ya lo pensaré mañana".:)
Yo en mi época de edad del pavo con lo que me quedé fue con un comentario chorra de estas revistillas poperas que decía que es más fácil conquistar a los hombres por la mañana que de tarde jaja. ¿Será verdad?¿Será acaso a causa de esa mente increíblemente receptiva de las primeras horas que el ataque puede ser más efectivo?
Bueno, digo yo que por algo deben aconsejar aquello de desayunar como un rey, comer como un rico y cenar como un pobre, ¿no? De noche no valemos ya ni para comer!
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