Últimamente pienso mucho en la muerte.
No es que esté trite o deprimido. Tampoco es que sienta que estoy tirando mi vida. Más bien se trata de lo contrario. Necesito tanto tiempo para realizar todos mis sueños, para conocer a tanta gente y tantos lugares que estoy convencido que no dispongo del suficiente.
Hace poco leí una cita que decía algo así como que pensar en la muerte es síntoma de ser joven.
Menos mal. Por que si ahora me preocupa, no quiero ni imaginarme lo acojonado que estaré cuando tenga 70 años.
Pues eso. Necesito tiempo, mucho tiempo. Que nadie me lo arrebate porque voy a necesitarlo todo.
miércoles, noviembre 24, 2004
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