martes, marzo 18, 2008

Nos vamos a reír


Es algo arriesgado lanzar esta crítica desde aquí puesto que en mi entorno más inmediato las pedagogas, educadoras (especiales o no), animadoras socio-culturales, y demás bichos de igual pelaje abundan y las carga el diablo. Tarde o temprano se enterarán; a ver qué dicen. Pero en fin, aquí el que no llora mama.

Es habitual escuchar voces provenientes de las "altas esferas" en materia de educación que opinan que fomentar la competitividad en las aulas traumatiza, que el esfuerzo individual no debe sobrevalorarse por encima del concepto de grupo y que el concepto del buen rollito y de acudir a clase a formarse emocionalmente son los que deben primar por encima de lo demás; pero me gustaría conocer a los pequeños bastardos que deben corretear por casa de semejantes cerebros. A ver, señores. Al colegio uno no va a formarse emocionalmente. Que no tengamos ese tipo de carencias concierne en primer lugar a los progenitores y más tarde a amigotes y novias adolescentes. En ese orden, creo. No es necesario que los padres se compren todos los manuales de psicopedagogía que inundan de forma nauseabunda nuestras maltratadas librerías. Simplemente tienen que educar en valores, educación y responsabilidad. No sé si a estas alturas ya es demasiado tarde y es pedir demasiado... Simplemente hay que ponerse en el papel de malo de la peli y hacerles ver que el mundo no se rige según sus caprichosos designios y que nuestro hijo con 5 años no va a hacer la maleta e irse de casa porque le digamos que no, que no puede pintarrajear el sofá de casa ni tampoco puede tener un movil 3G. No sé quién le explica a los padres que deben ser los mejores amigos de sus hijos, pero lo siento señores, ellos quieren unos padres. No quieren tener en casa a amigos guays con los que compartir confidencias. A sus amigos sí que pueden elegirlos ellos y no duden de que lo harán. Si no, al tiempo. En casa tienen que tener la referencia del bien y el mal. La vara de medir el comportamiento. El apoyo claro y el límite de actuación. Y no señor padre (Ambos géneros se entiende. No me hagáis entrar el patético tono del lenguaje no sexista) eso no lo enseña ni la tele, ni la plaisteshion, ni tampoco los amigos del parque. Eso es cosa vuestra.

La educación que deben recibir en la escuela no es "ese" tipo de educación. Si creen en serio que un niño se traumatiza porque tenga que leer en voz alta delante de toda la clase y lo hace mal es que algo está fallando en la autoestima del niño. Pero eso no es algo en lo que deban influir los profesores. Bastante tienen los pobres con tener que lidiar cada día con 30 elementos como el que duerme en tu casa. Ellos están ahí para enseñarles a leer y escribir (desde que empiezan hasta que van a la universidad, ojo. Que todo no se acaba en el "la eme con la i hace mi"), a odiar las mates, a entender el mundo que les rodea tanto desde el punto de vista físico como historico-social, idiomas... No me jodan con que además les tienen que enseñar que a un adulto no se le grita, que a un profesor no se le discute y que si hay algo que te cuesta trabajo la solución no es llorar ni acudir a un psicólogo. La solución es echarle horas, señores. Salvo claras excepciones, claro está.

Está claro que el sistema educativo hace aguas. Pero lo que no está tan claro es de quién es la culpa. Hasta ahora, aquí arriba he cargado contra los padres porque me parece que eso salta a la vista de todos. Pero no es menos cierto que eso es consecuencia directa de la falta de tiempo de estos en la mayoría de los casos. Está claro que si ambos llegan reventados a casa después del jornal, y tienen que encargarse de lo que aún les queda en casa por hacer, al niño lo más fácil es enchufarlo a algún aparato (o invento diabólico similar) que nos lo mantenga desconectado cuanto más tiempo mejor. Eso a su vez es consecuencia directa de tener un país que se llena la boca con la palabra "progreso". A mi, señores que me leen, la dichosa palabra me evoca cosas como: tiempo libre, jornadas adaptadas, horarios reducidos, realizarse como individuo y como familia, etc. Pero al parecer no soy mayoría. Al parecer, para muchos "progreso" quiere decir productividad, producto interior bruto, asfalto, infraestructuras faraónicas, competividad y no sé cuantos palabros más de idéntica índole. Pues vale, pues venga. Agachen todos las orejas y cómanse esa mierda ustedes solos. No protesten. No pidan. Cojan tan ricamente los cheques regalo de Papá Estado y den gracias. Solo piensen por un momento que quizá a ese Papá Estado también le interese que sus retoños no lean, no piensen, no discurran por sí mismos ni sean capaces de entender todo esto que les rodea. No sea que un día aparezca uno de esos niños y le de la vuelta a la tortilla. Por eso y con los eufemismos expuestos aquí de los supuestos inmejorables planes de estudio de los que disfrutan nuestras criaturas, no dejamos de tener carne de fábrica en nuestras escuelas públicas, concertadas y una gran mayoría de las privadas. No sufran porque a los retoños de las élites no los aborregarán de semejante manera. Ellos sí que tendrán las cosas claras. Ellos sí que estarán entrenados para coger a la carne de cañón en la que se han convertido vuestros hijos y sacarles todo el jugo que puedan para que cuatro sigan sentados donde están y a nadie se le ocurra sacarlos.

Todo tiene un límite y quizá algún día todo salte por los aires, pero a saber si habrá gente suficientemente preparada para hacer las cosas bien.

Es cierto, puede que haya muchos que opinen que esto tiene cierto aire apocalíptico, pero a mi me trae sin cuidado. No son mis hijos.

Y esto lo digo yo que no tengo hijos a mi cargo y que me da pánico la sola idea de que eso se haga realidad algún día. A esto, se le conoce vulgarmente como meterse en camisa de once varas. Tomen nota.

5 comentarios:

Alicia Vernok dijo...

Pues muy bien metido en la camisa oncevaresca, jipi.

Anónimo dijo...

TIENE USTED TOOODA LA RAZÓN!!
El sistema es aborregador pero tampoco es tan dificil educar a los hijos en casa. Solo hay que querer.

Mamá de tus Sobrinos

Anónimo dijo...

QUERIDANÓNIMA SUSCRIBE, SUSCRIBE, SUSCRIBE,SUSCRIBE, SUSCRIBE... No lo puedo decir más. Llevo tiempo esperando leer algo así sobre educación. Ah, que alivio, hay alguien que se entera de lo que pasa y lo describe a la perfección.

Sólo añadir que te preguntas que ocurrirá en casa de ésos PSICOPEDABOBOS cuando correteen sus "pequeños bastardos". UNA ANÉCDOTA VERÍDICA. Una conocida, maestra de infantil, tenía un alumno que a diario se subía a una mesa y se cagaba encima de la mesa. Literalmente. Podría elegir un rincón, pero no. Se subía a la mesa y se bajaba los pantalones y allí quedaba su regalo. Además de maestra, limpia-mierdas.

Llamaron a la madre. ERA DE ESPERAR, ERA PSICÓLOGA. Dijo que no se podía perturbar la evolución natural de su hijo en el tema de la defecación. Que aquello era correcto y debía seguir así. Y así siguió. Como dices, no quiero ser catastrofista, pero igual nos toca quitar un montón de mierda. Pero está claro que los gobiernos SÓLO quieren tontos que no den problemas. A ver si a alguno le da por irse a un rincón a leer y se pone a pensar... ¡PELIGRO PÚBLICO! ¡INADAPTADO, NECESITA URGENTE TRATAMIENTO PSICOPEDABÓBICO!

El Lobo Feroz dijo...

Descripción perfecta!
Sólo falta ponerle el cascabel al gato.

pedro rot dijo...

son varias las voces que ya he escuchado en este sentido. No puedo estar en desacuerdo obviamente.

Pero, ojo, no nos equivoquemos, el verdugo es el Estado, de acuerdo. Y los estúpidos, los profesores, que nos llevamos la cuerda al cuello.

¿o no?

Por no extenderme, vease también:
plan de refuerzo