No entiendo porqué no lo he hecho nunca. Supongo que es una de esas cosas que vas dejando postergadas para un momento adecuado. Esperas encontrar el tiempo y al final, cuando echas cuentas, ves que hace demasiado tiempo desde el primer día que te rondó la idea por la cabeza.
Siempre he querido subir a la Torre Eiffel... No entiendó por qué no lo hice nunca. Algún día se lo propondré a Mariela. Mariela es mi mujer. Acabamos de casarnos pero nos cuesta encontrar tiempo para hacer cosas como esta. Y es bien simple, tan sólo tenemos que subir a la pequeña barca que tenemos atracada en el patio, junto a la ría, y remar hasta la base de la Torre. Yo calculo que desde Orio hasta allí no debe haber más de un par de horas, tres como mucho. Sin cansarnos.
Le diré a Mariela que prepare esos pinchos que no sé qué les echa pero que tanto me gustan. Nos llevaremos la botella de txacolí y nos acercaremos una mañana por allí. Me gusta cómo se ríe Mariela cuando bebe txacolí. Hace tiempo que no la veo reírse así. De hecho no recuerdo la última vez que la vi reírse de esa manera. Nos vemos poco últimamente, ella siempre liada con sus cosas y yo siempre por ahí. Casi podría decir que la echo de menos. Qué cosas...
Tendría que mirar la barca. Creo que la guardé bajo aquella lona. Al fondo del patio, junto a la caseta de los aperos...
No sé qué pasa hoy que estoy tan cansado. Me cuesta horrores levantarme de este sillón. Voy a mirar por la ventana a ver qué tal tiempo hace y qué tal anda la lona de la barca. Tanto tiempo ya debe andar mal.
Qué raro, si que anda cambiado el patio. Curioso. De una estación a la otra todo cambia una barbaridad...
- Mariela ven, ¿dónde pusimos la barca? ¿Por qué no está en el patio?
- Abuelo, no soy Mariela, soy Ainhoa, tu nieta. ¿No te acuerdas de mí?
- Bah, no digas tonterías... ¿y ahora por qué lloras? Vamos tonta, ¿por qué no haces ese emparedado que tanto me gusta y nos vamos hoy a la Torre Eiffel?
jueves, septiembre 21, 2006
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6 comentarios:
Que cosa tan bonita.
Enhorabuena.
si,
realmente bonito
como usted.
:)
Hombre, bonita si pero muy triste.
Sí, la verdad es que sí que es triste.
Y quizá nos parece bonita por esa incongruencia, por la fantasía, por esa locura que también nos recuerda a los niños.
Hay un libro, de una autor vasco en el que aparece la palabra "tranvía" en el título (toooma referencia) que os encantará si os ha gustado la birria esta de aquí arriba. No me acuerdo del título ni del autor pero es muy, muy recomendable.
Un tranvia en SP, de Unai Elorriaga.
Besos desde Lisboa :)
Mi asistente mnemotécnico durante mucho tiempo ha hablado.
Exacto, ése es.
Un beso, guapa.
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