miércoles, marzo 05, 2008

Seguro




Seguro que había una forma más fácil de decir las cosas. Nunca sabes reaccionar a tiempo y pierdes el control de tus frases. Ya estás otra vez en el banquillo. Otra vez fuera de juego simplemente por no saber escuchar. Una ambulancia suena al otro lado del parque y una hoja pasa corriendo como un pequeño ratón bajo tus pies. Te entretienes mirando el suelo, jugando a dibujar lentas espirales con la punta de tus pies. Sabes que tienes una personalidad propia arrolladora, y lo de propia adquiere un significado casi irónico cuando te das cuenta de que sólo te pertenece a ti. Nadie la horada con sus arañazos y nadie la ablanda con sus caricias. Es ese gran purasangre que galopa según tus riendas pero que en un instante en el que dejas de prestarle atención, reacciona, tensa sus poderosos músculos y escapa de tu control. Luego, después de luchar contra su furia, con su furia, vuelve a su curso normal sin ser consciente de la nube de polvo que ha dejado tras de sí. No permite que lo monte nadie más y ni siquiera tú eres capaz de dominarlo completamente. Y ahora, arrepentido miras el suelo bajo tus pies, sentado en este banco del parque, con tus codos apoyados en las rodillas y las manos sujetando tu rostro. Otra vez. De nuevo con la sensación de pérdida y vacío. Intentas esbozar esa sonrisa que debe ser el primer paso. Después, te levantarás pesadamente, te abrocharás el abrigo hasta el cuello para resguardarte de esta fina brisa helada, esconderás tus manos en los bolsillos y volverás a caminar.
Quién sabe. Tú no.

2 comentarios:

Lince dijo...

seguro que hay mejores formas de decir las cosas.
seguro que hay mejores formas de hacer las cosas.
seguro que mejor no decir, no hacer.
pero
igual no es tan seguro

seguro, si
que tu forma es la única que tienes
y algun@s
como a mí
nos gusta

;)

kancerbero dijo...

Muak!!