jueves, octubre 19, 2006

Deja de mirarme así

Ambos sabíamos que este momento iba a llegar. Lo supe desde la primera vez que te vi. Podría decirse que todo lo que ha ocurrido desde entonces nos llevaba irremediablemente a este punto.
Tú entraste en mi vida porque quise que así fuera, porque te necesitaba, porque sabía que llegaría este momento. Y ahora te necesito. Sí, no me mires así. Lo he pensado detenidamente. La situación se ha vuelto insostenible.
Acariciarte es algo que en estos momentos duele. Algo que tiene un punto de morbosidad. Es como un acto de acto de reconciliación con tu verdugo.
Aquí delante mío, señalándome con ese brillo tuyo, siento que eres lo que único que puede salvarme de esta situación. No. No es una decisión que se tome a la ligera y no me gustaría que pensaras que soy un cobarde. No es algo que haya decidido hoy mientras me afeitaba. De hecho, si te tengo aquí delante ahora mismo, contándote todo esto es porque sinceramente, creo que no hay vuelta atrás. Todo lo que tenía que pensar ya lo he pensado. Esta decisión es algo importante para mí y lo siento, pero la decisión es únicamente mía.
Estás aquí para hacerme esto más fácil. Porque te necesito. No te pediré nunca nada más. Aquí se separa nuestro camino y esta es, con toda seguridad la última vez que nos vamos a ver.
Has estado mucho tiempo a mi lado. Siempre ahí. Siempre he sabido que te tenía cerca y que llegado el momento podría contar contigo. Pues bien, ha llegado ese momento en el que te necesito y ahora no me puedes fallar.

Sólo tienes que entrar en el tambor de este revólver y acabar lo que has venido a hacer.

No hay comentarios: